jueves, enero 13, 2005

Lago de Tota Boyacá Colombia

Cuando se planea algo con muchísimo tiempo de antelación las cosas no suelen salir tal como las esperamos e incluso puede que no se realicen, y eso fue tal vez lo que nos sucedió a mi primo y a mi; nunca se pensó en pesca y mucho menos en Tota, simplemente era un viaje de una semana a la Guajira, pero hubo un cambio de planes y en tan solo tres días (en los cuales la ansiedad de pescar no nos dejo dormir) mi primo compro un pato, yo hice un par de llamadas, se consiguió una carpa he hicimos un par de compras y nos fuimos para el lago de Tota en Boyacá a buscar las gigantes y combativas truchas que habitan sus aguas.
La verdad no había oído muchas historias de pesca sobre este lago, al igual que nunca había tenido la oportunidad de pescar en él, (si lo había intentado durante una salida práctica de mi universidad pero falto tiempo y atención , por lo que eso no cuenta como salida de pesca) dentro de las historias y en la gran mayoría de las fotos que había podido ver era evidente un factor muy importante, el viento; (uno de los mas grandes enemigos en la pesca con mosca, y que decir para un belly boat). Por eso era necesario utilizar un ancla y un dispositivo de salvavidas por si algún tipo de problema se presentaba.Salimos de Bogota el martes 3 de enero, y llegamos a nuestro destino pasado el medio día, luego de haber parado en cuanto monumento y lugar histórico encontrábamos en el camino, porque todo formaba parte del paseo y no teníamos en mente entrar al agua ese día. Es decir no había afán en llegar, aunque si era necesario hacerlo antes del atardecer para armar la carpa, inflar los patos y alistar las cosas para salir temprano al otro día. En vista que nos había rendido mucho y que ya estaba todo listo, el agua nos tentó ese mismo martes a que probáramos suerte y decidimos entrar al lago pasadas las 4 de la tarde; era la primera vez que mi primo utilizaba un pato y para entrar al agua tocaba hacerlo junto a un muelle semi-destruido y sobre un tapete de helodea que dificultaba mucho avanzar dentro del agua(no me imagino lo frustrante que debió ser para él, ya que para mí fue muy duro tratar de moverme) afortunadamente apoyándonos en el muelle y con todo el cuidado de no picar los patos pudimos avanzar dentro de la helodea, la cual estaba a escasos 50cm por debajo de nosotros y no permitiría que pescáramos acá porque era muy tupida, así que buscamos un punto donde la helodea no estuviera mas, o por lo menos diera la profundidad adecuada para no enredarnos y de pronto pillar alguna trucha, ese punto lo logramos aproximadamente a unos 350m de la orilla, y ya era algo mas de las 5PM, así que hicimos un par de lanzamientos sin suerte alguna.(mi primo con una cuchara y yo con un Wolly-Bugger rosado) y decidimos volver a la orilla y probar mejor suerte al día siguiente.

El miércoles en nuestro afán de entra al agua dejamos la comida, solo llevamos un yogurt con cereal y unas papas de paquete, y nos lanzamos de nuevo a la aventura a las 6AM ya había amanecido, luego de volver a hacer la maroma de impulsarnos con el muelle y luchar con la helodea podemos emprender camino a buscar la pesca, dentro del agua habían unos sectores donde no se veía nada de helodea, y fue en estos puntos donde puse mis moscas mas lastradas para que ayudaran a mi línea sinking a llegar hasta donde yo creía podían estar las truchas. Para este punto estábamos lo bastante cerca de una isla que veíamos (unos la llamaban la isla del amor y otros la de san pedro, pero en realidad no supe su nombre, la otra isla que veíamos le llamaban la ballena y esa si me parecía una, así q esa si creo que se llame así) y decidimos probar suerte cerca de sus orillas, para lo cual yo me fui troleando mi mosca, hasta que apareció de nuevo la helodea (por un momento pensé que toda la isla estaría rodeada) fue acá donde mi primo puso un renacuajo Rebel para también trolearlo sobre esta mata que hasta ahora opacaba nuestros deseos de pescar. Al llegar a la isla pudimos ver la hermosura del sitio, juncos, manchones de helodea y agua muy cristalina me llegaron a transportar por un instante a diversos lugares soñados por pescadores y que hasta ahora los conozco solo en libros. En la isla probé dos tipos de pesca y ninguno dio resultado, uno, cerca de la helodea una ninfa medio lastrada que buscaba imitar algunas de las que ya había visto por ahí merodeando; y el otro en al parte sur de la isla encontramos una profundidad aproximada de 10m la cual fue visitada por los mas diversos streamers a diversas profundidades y velocidades. En este punto ya el viento estaba empezando a ser muy fuerte, lo podíamos ver en las copas de los árboles y en el gran oleaje que se formaba, pero afortunadamente la isla nos resguardaba y dejaba en este sitio una calma casi única dentro del lago. El viento calmo un poco pero el hambre aumento, solo fue hablar con Daniel en la comida que nos esperaba, para armarnos de valor y buscar el “camping” (señalo el camping entre comillas porque cuando les hable de este me entenderán porque) Fueron casi dos horas de lucha contra la helodea y contra el viento el cual se volvió a arreciar a mitad del recorrido, y en este punto ya nos habíamos separado con mi primo, es decir nos enfrentamos cada uno solo a buscar la tierra firme.(luego acordamos nunca mas volverlo a hacer, tanto así que al final del viaje creo que ni el equipo de la Rep. China, de nado sincronizado era tan coordinado como nosotros para aletear y abrirnos paso entre tanta helodea) al llegar el cansancio era inminente y el hambre ni se diga. Ya algo descansados decidimos salir a buscar cual seria el mejor lugar para la pesca del otro día, y fue cuando nos informaron que todos los que vienen a pescar buscan hacerlo desde en la punta de la isla donde habíamos estado hasta los juncos de la otra orilla buscando una serie de caños que la trucha busca para desovar. Entonces no se diga más el jueves partimos para ese mismo sitio, pero eso si esta vez desayunamos antes y empacamos un buen almuerzo, para no tener que regresar sino hasta el final de la jornada, todo esto y un par de percances mínimos que sufrí (se me soltó una de las aletas tratando de hacer la maroma del muelle) hicieron que empezáramos a tomar rumbo de pesca casi a las 8AM. Para este camino decidí irme con al línea intermedia para no enredarme en la helodea y con un camaroncito rojo que no voltearon a mirar y luego si le puse la sinking con diversas moscas. Fuimos por diversas zonas, por donde mas o menos apuntaban las señas que nos habían dado, hasta que pasado el medio día el viento volvió a hacer de las suyas, pero esta vez no estamos resguardados por la isla sino que estábamos buscando el dichoso caño, en este punto nos tocaron unas olas muy grandes que nos movían mucho y el viento ni siquiera nos dejaba hablar, lo único que podíamos hacer era anclarnos a esperar que calmara y almorzar. Luego apareció el sol y el viento se calmo, flotamos por múltiples lugares y probando diversas profundidades, señuelos y formas de pescar (troleando y anclados ) pero no hubo ninguno resultado para ninguno de los dos, antes de las 5PM decidimos regresar al muelle porque esta vez si estamos bastante lejos, llegamos a calcular que mas de un Km. de distancia. De regreso vimos un paisaje único soñado para estar desde un pato, nos toco un atardecer espléndido y pudimos llegar afortunadamente a degustar una buena sopa caliente.

El viernes amaneció haciendo un solazo, lo cual sumado al agotamiento y a la falta de piques decidimos descansar y hacer un reconocimiento de terreno, y buscar un sitio no tan alejado como el nuestro para zarpar. En el recorrido fuimos a todo lado, y pudimos presenciar no solo la hermosura sino también el tamaño y majestuosidad del lago, pude ubicar el refugio de PISPESCA y también encontramos el caño que nos hablaban, visitando hoteles encontramos uno muy cerca de donde estábamos, hotel Refugio Rancho Cota donde en la chimenea de su restaurante estaba disecada una bobadita de 21 lbs capturada por campesinos de la zona justo en el famoso caño. En este restaurante también estaba un señor con aspecto de pescador y nos dijo dos palabras para pescar en Tota, temprano y profundo. Luego de haber oído esto y ver ese animal no quedaba duda qué era y cómo lo haríamos el siguiente día.Al llegar al hotel donde nos permitieron armar la carpa nos decían las incrédulas señoras a nuestra falta de piques (pues pensamos que se aterraban de tanta cantidad de aparatos, cañas flotadores, gafas chalecos, etc. No hallan hecho de las suyas y poder pillar cuando menos a una trucha) que los pescadores que se alojaban ahí pedían su desayuno antes de las 4AM y salían muy muy temprano y regresaban antes del medio día porque el sol... (ya eran dos personas distintas que nos decían temprano ) así que lo que pensábamos hacer de levantarnos a las 5AM habiendo dejado todo listo, toco adelantarlo una hora mas, es decir nos metimos un madrugadón,(pasaditas las 4AM) salimos todavía oscuro acompañados por la luna y alguna que otra estrella, el muelle alumbrado con linterna para no picar el pato y listo. Rumbo al caño y sus alrededores para poder pescar algo, amaneció muy toldado el día lo cual nos daba mas motivación en pensar que hoy si seria, para este punto decidí probar solo trolling, para tratar de dejar mis moscas en la zona de alimentación el mayor tiempo posible. El resultado siguió siendo el mismo. Mientras hacia esto oí un grito de mi primo y pensé que por fin veríamos una trucha, el grito se debió a un aguaje que pudo ver mi primo cuando salió una trucha según él inmensa (yo no la vi) y fue el único salto q una trucha que pudimos presenciar en casi 6 días, y llego justo cuando pensábamos con Daniel que no había truchas, tal vez sería el lago mismo que mando un mensajero que abandono sus profundidades llenas de alimento, baja luz y mucha tranquilidad; para que con uno de sus saltos nos dijera Si tengo pesca, no es fácil pero vuelvan e intenten de nuevo probar suerte en mis aguas, que de seguro Uds. no perdieron, por el contrario aprendieron mucho y lo que hoy vivieron de seguro permanecerá en su memoria por siempre.Ese día volvimos a tierra agotados, acompañados por una ligera brisa y un brillante sol. Solo resto almorzar y dejar secando todo el equipo, ese mismo equipo que de seguro volverá a salir no solo a Tota, sino que ahora vendrán muchas aguas mas por aprender a leer...

Puse camping en comillas porque los que en verdad son amantes de este deben estar con las manos en al cabeza diciendo dormir en carpa no es un camping. La mitad del trasteo que llevábamos era para tener al mayor comodidad en nuestras noches. Lo que era un colchón infladle, mantas, cobijas, estufa, nevera muchas chaquetas, música y demás objetos que cuando hagamos un camping de verdad verdad tengamos que pensar dejar ya que el carro no va a estar a escasos 30 pasos.Ahora estoy en mi casa con un agotamiento, que ni lo imaginan y con un dolor que me dejaron las lesiones del baloncesto en mis rodillas y que por estar forzando a mis rodillas en esa flotada hoy no solo hace que me acuerde sino que no me puedo casi ni mover, pero eso si seguirá siendo mejor un mal día de pesca que el mejor día de trabajo.Espero no aburrirlos y que les gusten las fotos que logramos tomar con mi primo, para que estas los terminen de transportar así como busque hacerlo con estas palabras a un lugar donde sopla en viento y hay truchas difíciles de pescar llamado el Lago de Tota.

1 Comments:

At 6:14 p. m., Blogger K said...

Ala Pedrito, muy ameno tu relato...
espero que la proxima me lleven!
Un abrazote.

 

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