miércoles, febrero 16, 2005

Camino a laguna azul (vereda de sucre, cundinamarca Colombia)

Como una ventana en medio de la cordillera llegamos al punto llamado el boquerón, ahí el paisaje cambia abruptamente, a medida que avanzamos encontramos una niebla tan tupida que impide que veamos a gran distancia, (según dicen, desde este punto se pueden en días sin niebla llegar a visualizar los nevados del departamento del Tolima ) tan tupida que ni siquiera las grandes ráfagas de viento que azotan esta zona pueden llegar a moverla. Y era ese mismo viento, el tan temido por los campesinos que al llegar a este punto pedían dejando en la ladera de la montaña una cruz hecha de madera o de piedra, que el viento les permitiera pasar por ahí y que por favor no los sacara volando por sus aires ya que este es un cañón con abismos que sobrepasan los 500 metros.

Para pescar en esta laguna era necesario llegar hasta la casa de su dueño, el señor Silverio Pinilla y que afortunadamente logramos encontrar en la puerta de la misma.
-Buenas don Silvio veníamos en busca suya.
-Sí, y eso como para que será?
-Don Silvio, lo que pasa es que queríamos saber qué posibilidad hay de subir a pescar a la laguna?
-Uhmm, pues lo que pasa es que hay tan poquitica trucha horita que la verdad no se.
- es subir un ratico y probar algo de suerte por la mañanita y ya no mas (agrego mi primo a la conversación ).
- Bueno regálenme 10 minutos y subimos.
En ese instante pusimos el vehículo en posición de salida, y en menos de 2 minutos ya estábamos rumbo a la laguna azul acompañados por don Silvio y sus historias.

-Si quieren pueden dejar el carro acá y subimos por esta parte de la montaña. Como un resorte yo salté por mis waders mientras mi primo salto por la comida (porque no habíamos tenido tiempo de desayunar ) a lo que don Silvio agregó Uds. Solo síganme el rastro y nos vemos allá. Caña y todo lo demás yo ya tenia listo y mi primo seguía comiendo hasta que al fin luego de tanto afanarlo y un par de gritos por parte de los dos se empezó a alistar, una vez teníamos ya todo nos tomamos un sorbo de vino y arrancamos a encontrarnos con la laguna. Yo llegue mucho antes a la cuesta y por ende llegue primero a su horilla donde ya estaba don Silvio recogiendo su chinchorro y me dijo: - yo pesco así porque cada vez la pesca esta mas escasa no le he vuelto a sembrar y pues toca llevar algo (ese es parte de su sustento porque en los pueblos cercanos él y su esposa con conocidos por vender truchas de buen tamaño) aunque la mayoría de veces no sale nada. Mire, ese macho. Eran alrededor de 7 u 8 piezas en lasque había un macho que sobrepasaba las 2lbs. (no me pareció pertinente tomarles una foto pues pensaba sacar mis propias truchas) luego se oyó la voz de mi primo que preguntaba por donde podía bajar al lago y en un instante estaba junto a él disfrutando el paisaje y viendo las capturas que ya estaban en el canasto de don Silvio.

Viendo esa maravilla de paisaje me acorde de esto “hace siglos la lluvia cayó sobre el lodo y lo convirtió en roca, hace medio billón de años; pero aún antes de eso debajo de las piedras está la palabra de Dios”* y no solo sentí encontrar su palabra sino que me atreví a pensar que Dios vive en este lugar ya que se ve en perfecta armonía y equilibrio aparte de la magia y la paz que irradia este sitio al llegar. *(Trad. Película The rivers runs through it )

Provee suerte con línea floating, y una mosca negra # 14, (ansioso por una fuerte mordida) luego un par de micro streamers y algunas ninfas que nadaron sobre la gran vegetación que tiene este lago, la misma que sirve de resguardo a cientos y cientos de insectos y los cuales son la segunda fuente de alimento, porque como si les faltara alimento hace mucho tiempo don Silvio le sembró lombrices (principal fuente de alimento), de ahí radica la fortaleza y el buen tamaño que muestran las truchas de esta laguna.

Todo el tiempo el lago estuvo cubierto de niebla, (la misma que dificultó nuestro descenso a la laguna) algunas veces esta era tan densa que no se podía ver a mas de 2 metros, de repente sentí la voz de mi primo que decía: eyyyyyyy, mono!! (así me suelen llamar él) seguido de un splasssh, no pude ver nada por la niebla pero me dejo el que era muy pequeña, y luego vino otra que tampoco se pudo ver. Nos movimos por todas partes de la laguna aunque en cierta parte me era muy difícil castear por eso me ubiqué justo por donde sale el agua, hacia una pequeña quebradita, esto genera una caída de agua no solo generando un bello espectáculo sino que su ruido(aunque debería llamarse música) me transporto a un estado de éxtasis mientras casteaba.(creo que a Daniel le sucedió lo mismo porque él estaba donde nace el agua y entra a la laguna produciendo el mismo sonido).

Un poco cansados y con algo de frío (sensaciones que suelen perderse cuando se esta pescando) pensamos en regresar a casa, pero don Silvio nos ofrece probar suerte una hora más mientras el acomoda de nuevo su trasmallo. Aceptamos, y aproveché el tiempo para darle un par de lecciones de lance con mosca a Daniel (pensando en que la suerte de principiante le quitara la blanqueada a mi caña).

Una ultima mirada hacia atrás para despedirnos de aquel lago, y pensar en mejor suerte al volver (ya que Daniel casi me mata por no dejarlo llevar su foat tube, y le dije que no sería la ultima vez que vendríamos).

Don Silvio muy amablemente nos invito un café en su casa, nos presento a su esposa la cual nos dijo estas palabras cuando el comentamos nuestra falta de pique (porque en ningún momento fue un fracaso) “el tigre sale a cazar todos los días, pero no todos los días caza” sabio o no? Era lo que nos había sucedido; mientras nos tomábamos el café y una deliciosa sopa caliente (Calificada por Daniel y yo, como una de las mejores en muchísimo tiempo y que le daba por la cabeza a los jamones y lo tomates secos que llevábamos, mejor dicho para qué sacarlos... apague y vamónos) le preguntamos a don Silvio si tendría por ahí algún par de truchas para la venta (aunque pescamos no por carne sino por diversión, queríamos llevarle a mi abuela y la hermana de Daniel, la prueba de aquel lugar) a lo que su mujer contesto, “yo tengo unas, mande a una niña por unas truchas pero me llego con unas muy chiquitas y a mi en la región me conocen por vender trucha grande, si llego a mostrar eso de seguro no vuelven por acá”. Así que decidimos comprar esas.

De regreso a casa la niebla ya había calmado un poco y empezamos a hablar de todo lo que nos había dicho don Silvio, era casi increíble creer que aún existen lugares donde viven zorros, tinajos y otros animales que habitaban hace mucho tiempo, y que se fueron viendo desplazados por el hombre y que por eso hoy suene extraño oír su presencia.
Si los dueños de los páramos no cuidamos lo que tenemos entonces quién? Eso nos dijo don Silvio y eso fue sin duda lo mas sabio que oí aquel día. El contraste se pudo ver no muy lejos de ahí y entender que son muy pocos los que piensan así, ahora se han desplazado especies por cultivos de papa, y muy pronto estos acabarán con este hermoso lugar, un lugar como muchos que aun están en mi mente, lugares donde se solía pescar y hoy creer que ahí existía agua en ellos es una idea descabellada. No quiero que eso suceda con este sitio aunque eso es algo inevitable; solo espero que tarde muchísimo tiempo en llegar ese día y para entonces espero que algunos o talvez todos los que hoy leen esto hallan tenido la suerte que yo tuve un día, conocer la laguna azul...